Para mi vuelta he recuperado uno de los muchos nombres del blog que utilicé en el pasado. He cambiado más de título que de underwear, con perdón. En este tiempo, también han pasado cosas. Un divorcio, una relación tóxica. Tres mudanzas. Un cambio de puesto. Un máster en el extranjero. El covid. Seis kilos más. Ojeras de la edad, flacidez. Conciencia de que esto sólo va a peor y la hijoputez de la "madre" naturaleza. El amor de mi vida (fin de las relaciones tóxicas). Migración al campo. Y regreso a Blogger. Entre otras cosas.
Me siento como si revisitara un lugar agradable, un espacio donde he pasado buenos ratos. Tiene telarañas, pero se reconoce. Además, a la Amaranta cincuentona ya no le preocupan según que cosas. No le preocupan muchas cosas. La evolución personal, es lo que tiene. Mi crisis personal la pasé a los treinta y siete, ahora estoy aquí para disfrutar lo que la vida me deje.
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