Objetivo 55

Hace unos cuantos años que tengo conmigo cinco kilos que por lo visto han venido para quedarse. Nada que no le haya pasado a la mayoría y nada fuera de lo habitual. Lo que pasa es que a mí esos cinco kilos no me caen bien. Para empezar, nadie les ha invitado a aposentarse alrededor de mi cintura, que es propiedad privada. Esos cinco kilos tienen mucha cara y además de ocupar espacio, no aportan. Ni en agilidad, ni en estética, ni en comodidad cuando te sientas y notas ese "mardito" flotador que no necesitas porque por suerte sabes nadar.

Ayer hablaba yo en la cena de este tema y mi mejor amiga, que estaba presente, dijo que esos cinco kilos habían venido, efectivamente, para quedarse, porque a partir de los cincuenta eso es lo que nos pasa a las mujeres, por temas hormonales y demás. Lo dice con bastante conocimiento de causa, ella es deportista y cuida mucho su alimentación, a pesar de lo cual tampoco pierde los malditos cinco kilos. La diferencia es que lo tiene asumido. A mí, por el contrario, se me aparecen en sueños los kilos portando cadenas y sábanas blancas con dos agujeros por ojos. Y es que siempre dije que hacerme vieja no podía evitarlo, pero llegar al final de mis días redonda como un botijo sí. Y lo sigo pensando. Y teniendo en cuenta mi naturaleza inconformista, que tengo que decir me ha servido mucho en mi vida, no me da la gana aceptar la teoría de que a partir de los cincuenta tengo que aprender a convivir con kilos de más sin como mínimo haberla puesto a prueba.

Y ese es el origen del proyecto que empiezo a documentar hoy, "Objetivo 55" porque ese es mi peso objetivo. Mi objetivo es demostrar que a los cincuenta se puede mantener el mismo peso que a los treinta. Y si no es así, pues bueno, entonces tendré que aceptar que la "madre" naturaleza en realidad es una HDP. Pero eso va a tener que demostrarlo.

Lo de documentarlo en este blog va por el lado de que escribir siempre me aporta claridad mental y me ordena las ideas, pero además escribir sobre la evolución de un proyecto me ayuda mucho a tenerlo presente y no perder de vista el objetivo, porque precisamente en esto del peso las tentaciones están por todos lados. Escribir a diario sobre el tema me va a ayudar no sólo a ver la evolución, sino a no olvidar que estoy en ello.

Como en todo proyecto, es necesario empezar con alguna premisa y las mías por el momento son dos muy sencillas: (1) eliminar calorías vacías de la alimentación y (2) hacer ejercicio de fuerza.

(1) Para eliminar las calorías vacías, estos son los alimentos de los que voy a prescindir en mi alimentación: ultraprocesados, harinas refinadas, alcohol, azúcar y grasas "malas" (saturadas y trans).

(2) Para el ejercicio de fuerza, voy a introducir sesiones de HIIT de 30 minutos tres días por semana, lunes, miércoles y viernes.

Mi idea es empezar por aquí y dar un tiempo, digamos dos semanas, para ver si se nota algún resultado. Seguiremos comentando.